Huejutla de Reyes en la llegada del Mijkailjuitl

septiembre 19, 2018 11:06 pm Published by Leave your thoughts

Al noreste de Hidalgo, en un paisaje donde el verde es la constante, ahí está Huejutla, la Perla de la Huasteca, como la conocen muchos. Ahí, la devoción, el esmero y la unión de la gente en la fiesta del Mijkailjuitl -celebración de muertos- es única. Para la ocasión, ya se afi nan el violín, la quinta huapanguera y la jarana que acompañarán la danza de los huehues quienes representan las ánimas.

Es mediodía del último día de octubre, los angelitos o niños muertos han llegado a casa; les espera comida sin picante, tamales, chocolate, dulces, juguetes y ropa nueva. Para el primero de noviembre, la plaza principal de Huejutla se convierte en escenario de una ofrenda monumental que pinta de amarillo los pies del ex convento de San Agustín.

No tarda mucho y los alegres huehues llegan danzando. Esto es una celebración en la que vivos y muertos bailan juntos al ritmo de sones mientras otros hilan flores para los arcos de la ofrenda donde los pétalos amarillos indican su camino.

El dos de noviembre el aroma a copal permea cada rincón del pueblo; el zacahuil pronto estará listo para recibir el alma de los adultos que ya partieron; los arcos de palmilla y cempasúchil, y los ramilletes de garra de león ya adornan la ofrenda. Y en el panteón, todo es fiesta: los tríos huastecos amenizan mientras la gente decora las tumbas de sus difuntos con ceras, acomodan los panes de manteca, los tamales de hoja de plátano y el chocolate. Los rezanderos van a las tumbas a rociar agua bendita. Después de este solemne acto, entre gritos y música, la cuadrilla de enmascarados ha llegado; con baile, risas y burlas a la muerte pasa el rato. Aquí el culto a los difuntos concluye hasta el día nueve con el novenario de las ánimas.

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This post was written by Kenia Pérez

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