Rosaria Pérez

Ella aprendió el arte del laqueado hace veinte años. “Primero aprendí a decorar, después a hacer el fondo”, cuenta; y es que para decorar “tienes que aprender varios movimientos con los dedos: en espiral, enrollado, hacia abajo y algunos otros”. Cada flor tiene su técnica y “por eso es complicado reinventar”, sin embargo trata de elaborar flores nuevas en sus decorados, que incluyen rosas, alcatraces, girasoles y margaritas. El Alcatraz es el nombre del taller donde se le puede visitar y apreciar su trabajo reflejado en objetos tradicionales como cruces, pumpos y toles; y en piezas especiales: chistera de mago con su conejo, un carruaje blanco y hasta un buey hecho de pumpos, jalando una carreta.

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This post was written by Aleida MG